Principios básicos y objetivos de la resolución bancaria
Los principios esenciales sobre los que descansa el régimen vigente de resolución son:
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Evitar efectos perjudiciales para la estabilidad del sistema financiero, previniendo el contagio de las dificultades de una entidad al conjunto del sistema.
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Asegurar la continuidad de las actividades y servicios prestados por las entidades cuya interrupción podría perjudicar la prestación de servicios esenciales para la economía real o la estabilidad financiera.
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Asegurar la utilización más eficiente de los recursos públicos, minimizando los apoyos financieros públicos, siendo los accionistas y acreedores, o en su caso la industria, quienes deben asumir las pérdidas.
A tal fin, la Ley 11/2015 diseña tanto los mecanismos internos de absorción de pérdidas por los accionistas y acreedores de la entidad en resolución (el instrumento de recapitalización interna), como la constitución de un fondo de resolución nacional financiado por la las contribuciones de las empresas de servicios de inversión que no contribuyen ya al FUR, así como las sucursales en España de entidades de crédito y empresas de servicios de inversión establecidas en terceros países.
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Proteger a los depositantes cuyos fondos están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos y a los inversores cubiertos por el Fondo de Garantía de Inversiones.